En el mundo del skincare hay muchos mitos y rumores que de boca en boca, y de generación en generación, se han ido quedando en el imaginario colectivo.
Para empezar, vale la pena anotar que aquello del ‘skincare‘ es relativamente reciente. Gracias al avance de nuestras sociedades y al consecuente bienestar del que las generaciones pasadas no pudieron disfrutar, actualmente tenemos otra consciencia acerca del cuidado y de lo que implica la belleza en toda su dimensión.
Anteriormente, si alguien que se preocupaba por su bienestar y apariencia, era considerado vanidoso, superficial y vacío. Estos adjetivos, completamente despectivos, lo hacían ver como una persona que solo se preocupaba por su exterior, sin ningún interés por su formación intelectual o espiritual. Es, quizás, uno de los grandes paradigmas que se derrumbó con la llegada del siglo XXI.
En los últimos años, hemos entendido que el cuidado personal, más allá de ser una cuestión de vanidad, es un asunto de bienestar y de consciencia, que implica el cuidado de nuestro cuerpo, mente y espíritu. Y ahí no para la cosa, la etiqueta de “superficial” también pierde validez, pues ahora el concepto de belleza nace desde adentro, ¿qué quiere decir?, fácil: estar bien dentro para vernos bien por fuera. Comer bien, hacer ejercicio y manejar adecuadamente nuestras emociones son tan solo un par de ejemplos de las actividades que plantea esta gran revolución.
Y ahí no para la cosa, seguramente, en nuestro inconsciente todavía resuenan frases como “las cremas solo son para las mujeres” o que aquello de que la vanidad era un territorio exclusivo -y obligatorio- de las mujeres. Pues esta creencia cada vez pierde más peso y queda relegada al baúl de los recuerdos en el último rincón de la casa, allá junto a la foto de los abuelos o tíos de antaño que, por supuesto, no tenían una piel muy fresca ni saludable que digamos. Según un estudio realizado por la marca española Rebold, el 44% de los usuarios de productos de belleza son hombres. En países de Latinoamérica como Argentina, ocho de cada diez hombres utilizan productos de cosmética masculina. En el 2008, eran solo el 40% y en el 2010, el 63%. De acuerdo con una encuesta realizada por Biotherm Homme Argentina, el 85% de los hombres afirma que usa cosmética porque le ayuda a estar mejor, 62% porque al sentirse bien, lo que lo rodea está bien; 61% porque ya es un hábito, y 49% porque le preocupa el paso del tiempo.
Con estos cambios de hábitos y mentalidades los paradigmas van cayendo; sin embargo, en el ámbito del cuidado de la piel, no basta con hacerlo, hay que hacerlo bien o los resultados pueden ser contraproducentes, por ejemplo, con todo lo que limpieza facial implica.
¿Se puede lavar la cara con cualquier jabón?
Hay quienes dicen que no importa con qué te laves la cara, que te sirve hasta el jabón de las manos y que lo más importante es que el rostro esté limpio. Aquí otro mito para enviar al baúl de los recuerdos. La cara es una de las zonas más sensibles del cuerpo porque es una parte expuesta a agentes externos durante todo el año, por lo que necesita unos cuidados especiales, así como una higiene específica, efectiva y que no altere el equilibrio de la piel. El término pH es la abreviatura de “potencial hidrógeno” que se utiliza para medir la acidez o alcalinidad de las sustancias. El valor de pH óptimo de la piel oscila entre 4,7 y 5,75. Si sube hasta valores alcalinos, su equilibrio natural se ve alterado.
¿Las personas con piel grasosa deben usar limpiadores faciales con más alcohol?
La limpieza tiene que realizarse con cosméticos que respeten el pH ácido; si los productos son demasiado agresivos podríamos desequilibrar la piel, desprotegerla, sensibilizarla y deshidratarla. Por otro lado, no faltan los que piensan que para las pieles grasas cuanto más alcohol lleve el limpiador, será mejor porque así la piel se verá más seca. Falso de toda falsedad. El alcohol solo ayudará a resecar más la piel que responderá segregando más grasa para equilibrarla. Además, los lavados agresivos modifican la barrera cutánea y la microbiota promoviendo la inflamación, por lo que se deben elegir limpiadores efectivos pero que no resequen la piel en exceso.
Si la intención de hacer las cosas bien ya está, súmale un buen producto. Nosotros recomendamos la Espuma Facial Orgánica de Selvazia elaborado a partir de ingredientes de origen 100% naturales, con propiedades emolientes y antioxidantes. Desde el primer uso, ofrece una adecuada limpieza, dejando una sensación de piel fresca, suave y totalmente revitalizada, con el tono característico de una piel saludable.
“Si no me maquillo no hace falta limpiarme la cara en la noche”
De los mismos creadores de estos mitos urbanos, llega la famosa frase de “si no me maquillo no hace falta limpiarme la cara en la noche”. Falso. Por supuesto, cada quien es libre de hacer lo que desee, y si la tía Gertrudis creía firmemente en esto, estaría feliz de ahorrarse 20 minutos antes de ir a la cama; pero seguro que su piel, no estaría tan firme, ni tan contenta como ella creía.
Tengamos en cuenta que durante el día se va acumulando suciedad que tapa los poros y puede ser un medio que facilite el desarrollo de una gran cantidad de microorganismos que obstaculicen el normal funcionamiento de la fisiología cutánea. Los expertos insisten en que lavarse la cara por la noche es el mejor tratamiento de belleza, ya que de esta forma garantizamos que nuestra piel esté libre de agentes externos que agreden nuestro cutis, por lo cual, así no usemos maquillaje, debemos lavarnos la cara todas las noches.
Otra razón para incorporar esta práctica es que la buena limpieza facial nocturna permite que los productos que nos apliquemos por la noche, que generalmente son transformadores cutáneos, sean más efectivos al tener mejor penetrancia y permeabilidad.
En este punto uno de los grandes aliados es el agua micelar, lociones que limpian, desmaquillan y tonifican la piel de cara, ojos, cuello y escote. Pueden usarse tanto por la mañana como por la noche y no necesitan aclarado. El secreto de estas soluciones limpiadoras se debe a las micelas, unas estructuras moleculares que disuelven en agua sustancias que por ser de naturaleza grasa no podrían ser transportadas y eliminadas en soluciones acuosas. De esta manera, las micelas emulsionan y disuelven cualquier resto de grasa, maquillaje o impurezas de nuestra piel. Estas lociones se pueden usar para realizar la higiene diaria por su capacidad de limpiar de forma suave y delicada.
Nosotros recomendamos el agua micelar de rosas de Selvazia, un producto elaborado a partir del hidrolato natural de rosas, rico en antioxidantes y vitaminas, que ayudan a descongestionar, tonificar, refrescar e hidratar la piel. Gracias a las propiedades naturales de sus componentes permite remover el exceso de grasa, reduciendo el tamaño de los poros, lo que se refleja en una mejor textura y apariencia de la piel. Su pH balanceado estabiliza el manto ácido de la piel, lo que lo hace ideal para todo tipo de piel, incluyendo pieles sensibles y predispuestas al acné. Libre de alcohol y parabenos. Con ácido hialurónico y extracto de Aloe Vera.
Seguramente, en el mundo de los mitos y verdades aún queden muchos hábitos arraigados, lo importante es indagar y asesorarnos por marcas de confianza. A veces solo hace falta el sentido común, un par de clics en Google y adoptar estilos de vida que con el paso del tiempo nos devolverán años, salud y vitalidad.